lunes, 28 de octubre de 2019

PETICIÓN DE SABIDURÍA A LA DIOSA MINERVA
No, no iré esta noche al bosque a bañarme en la luz de la madre Luna pues su protección, siéndome siempre necesaria, no es la que necesito ahora con urgencia. Tampoco es mi intención hacer ofrendas a la cazadora Diana a fin de propiciarla a mi favor. Hoy buscaré, entre las espesas copas de las encinas y los robles, los ojos abiertos de una lechuza y derramaré a sus pies una ofrenda de miel y leche. Entonces te invocaré, diosa Minerva, para que vengas a mí no con tus vestiduras de gran estratega, ni con el telar cuyo manejo enseñaste a las mujeres, ni con la flauta para emitir sonidos melodiosos capaces de conmover el alma. Necesito de ti mucho más que esas artes insignes de las que eres patrona. Está será, en sustancia, mi súplica: alumbra mi corazón y mi mente con la extensa y profunda luz de tu sabiduría, siquiera por unos instantes. Eso te pido, ni más, ni menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario